¿Qué es exactamente el deseo sexual? Lo podemos definir cómo la fase de apetito o de impulso previo que dará paso a la excitación. Es el resultado de un completo proceso que se produce en el sistema neural del cerebro.
Es curioso la cantidad de procesos que se ponen en marcha en nuestro organismo durante estos momentos: la excitación y el orgasmo afectarán a la zona genital, mientras que el deseo genital se encargará de estimularnos internamente, a través de pensamientos y fantasías. Por ejemplo, el simple hecho de imaginarnos a una pareja atractiva desencadenará una determinada respuesta sexual.
Aunque el deseo sexual variará dependiendo de cada persona, se puede establecer que hay 3 tipos de deseos:
- Descarga de tensión sexual: Este deseo está relacionado con la hormona testosterona. Es un deseo masculino y puede quedar inhibido por enfermedades o hastío.
- Deseo de encuentro: Existe contacto entre otro individuo y ambos tienen la misma necesidad. Se puede inhibir por problemas de comunicación entre la pareja, o por desavenencias.
- Deseo de ser deseado: Se produce normalmente por problemas relacionados con la autoestima. Hay estudios que han determinado que se relaciona también con ciertas alteraciones en los neurotransmisores. Es más habitual de las mujeres.
También hay otros factores relacionados, como la necesidad de abrazar o de recibir un abrazo, de sentirse seguro, de conseguir una conquista, de unirse, etc.
Diferencias entre el deseo sexual del hombre y el de la mujer
Aunque es innegable que la forma de vivir el orgasmo es bastante similar entre los 2 géneros, la forma de excitarse y de concebir ese deseo será diferente. En la gran mayoría de las veces, el hombre tan sólo persigue el coito y la penetración, mientras que la mujer presentará todo tipo de posibilidades. Es bastante común que el deseo femenino se base más en las emociones, mientras que el masculino será mucho más directo.
Según los resultados de los estudios, más de la mitad de las mujeres que tienen una sexualidad satisfactoria nunca o en muy rara ocasión piensan en tener sexo. Estas mujeres suelen tener una postura neutral, sin experimentar deseos previos a la actividad sexual. Será en la situación de intimidad, siempre y cuando los estímulos sean adecuados, cuando aparecerá la sensación de deseo y de excitación. Este conjunto de factores hará que se incremente la relación con la pareja y haga que se termine el ciclo.