Cuando hablamos de feromonas sexuales nos estamos refiriendo a un elemento muy especial que actúa establecimiento una comunicación directa de carácter químico entre las personas. Son sustancias altamente potentes que son capaces de segregarse a través de la piel. En el momento en el que la otra persona las inhala verás cómo su deseo sexual se despertará llegando a unos niveles que jamás habría creído posibles.
Esto se produce gracias al órgano vomeronasal que tenemos en nuestra nariz. Su comportamiento es complemente increíble ya que este elementos está conectado de forma directa con el hipotálamo. En el momento en el entra en contacto con el olor, enviará señales al cerebro y este, a su vez, cambiará el comportamiento de nuestros órganos sexuales.
Lo mejor de todo es que estas feromonas no siempre tienen que pasar por el olfato para llegar al cerebro; podemos decir que son capaces de burlar este sentido para pasar a su objetivo sin que seamos capaces de detectarla.
Clases de feromonas sexuales
Por lo general nos encontramos con tres tipos diferentes: en un primer momento tenemos las que se conocen como iniciadoras (estas son capaces de hacer que el equilibrio hormonal de las personas quede alterado), por otra parte tenemos las liberadoras (producen pautas específicas en la conducta de la persona afectada) y, finalmente, informativas que lo único que hacen es transportar información sobre el emisor; pueden ser cosas sobre su estado de salud, la edad que tiene.
En definitiva podemos afirmar que uno de los objetivos de las feromonas es hacer mucho más atractivas a las personas; mejorarán sus relaciones sexuales y personas y, además, contribuirán a mejorar las relaciones de simpatía y de confianza entre ellas.
Ahora ya sabes lo poderosas que son estas feromonas y como te pueden ayudar en tus relaciones más íntimas.